CHRISTIAN SCHRADER

Barranquilla, 22 de abril de 1948

En 1970 entra a formar parte del equipo de creativos de Leo Burnett, y unos años más tarde estudia Diseño Gráfico en el Royal College of Arts en Londres. A su regreso a Colombia continúa su trabajo como creativo en Leo Burnett y más adelante funda su propia agencia de publicidad.

A partir de 1993, se desempaña como decano de la Facultad de Publicidad en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, imprimiendo un sello que identifica el programa: “Espero que la Publicidad se convierta pronto en una plataforma de transformación social”

Desde 1979 viene experimentando el uso de  gases nobles, el  Neón y el Argón, que iluminan  sus obras y le prestan la luz a quienes se acercan a ellas. Desde allí, sus ensambles (así las llama Schrader) son una forma de arte a partir de la luz.

“Normalmente conocemos el neón utilizado en vallas y avisos luminosos de grandes ciudades.” Dice Schrader: “cómo imaginar Las Vegas sin esas enormes estructuras cargadas de neón que iluminan un desierto”.  “Por algún motivo, esas luces despiertan en los seres humanos deseos escondidos cargados de recuerdos que iluminan la catarsis del alma”.

La obras de Schrader tienen la nostalgia del neón del Rock, el mismo de los años cincuentas, de la ruta 66, de  Radio City, en la gran manzana, de Oxford Circus; qué sería de  estas ciudades sin la magia del neón, muy pocas veces utilizado como forma de expresión en el arte. En sus obras, re-utiliza y ensambla envases de vidrio en la construcción de nuevas formas de expresión estética, dando como resultado esculturas cuyo diseño es  el producto de la interacción armónica entre objetos que dan vida a instalaciones iluminadas; ensambles en los cuales el espectador descubre esencias de vidas anteriores que aportan su forma y transparencia a la construcción de obras re- encarnadas. Las instalaciones de Schrader son obras vivas, pues los gases mantienen una actividad molecular permanente que se refleja en el movimiento de la luz.

Soñador de nacimiento y creativo de oficio, Christian Schrader es un  amante de los juegos con las palabras y los conceptos.