ANNA MARÍA BOTERO

Bogotá, 1956

Desde muy joven ha tenido una gran pasión por la naturaleza y los animales. Estudió biología con la intención de irse a vivir a la selva. Cuando cumplió este sueño, se dio cuenta de la escala del ser humano en relación a la naturaleza y entendió que su camino era otro.  Decidió estudiar historia del arte en Inglaterra y ahí se enamoró de la cerámica. Esto la llevó a estudiar y perfeccionar su técnica en México, pues quería que su trabajo con el barro fuera verdaderamente latinoamericano. Luego en Japón aprendió el espíritu de la cerámica como también hizo eco en ella la creencia shintoísta de que cada ser viviente tiene un espíritu. Su obra refleja la gran preocupación que siente frente a la degradación del planeta por el constante desatino humano.

Sus obras han sido exhibidas en numerosas ciudades de Colombia, en México, en Estados Unidos y Yugoslavia.